Privatizarán casi 2.000 m2 de playa en el Charco de las Agujas con sus respectivos quioscos y un paseo marítimo dotado de los correspondientes locales comerciales que explotarán durante 20 años.
El 24 de noviembre pasado, el consejo de Ministros del gobierno de Zapatero, daba el visto bueno al proyecto presentado por los propietarios del Hotel Bahía Real de Corralejo, donde recientemente se hospedó Cristina Narbona, para llevar a cabo la privatización de casi 2.000 m2 de playa en el Charco de las Agujas con sus respectivos quioscos y un paseo marítimo dotado de los correspondientes locales comerciales que explotarán durante 20 años.
Lo curioso, no sólo viene dado porque el Director General de Medio Marino, por delegación de la Ministra en funciones de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar Rivero, haya dictado resolución otorgando a los propietarios del citado hotel la concesión para la ocupación de bienes de dominio público marítmo terrestre en Corralejo, sino porque es de dudosa legalidad el poder actuar de la forma en que se ha llevado a cabo la concesión, minutos antes de entregarle la cartera a su sucesor en el cargo.
Todo ello, con la oposición de 966 vecinos y la asociación de campistas y como no podía ser de otra forma, con el apoyo de la asociación de empresarios de La Oliva. Los grupos ecologistas durmiendo en los laureles ante semejante proyecto expropiatorio del dominio público marítimo-terrestre.
En el BOP del 18 de Enero de 2.012, se hacía público el acuerdo para que los opositores al proyecto pudieran presentar contra dicha resolución, que pone fin a la vía administrativa, con carácter potestativo, Recurso de Reposición en el plazo de UN (1) MES ante el Sr. Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente o, directamente, Recurso Contencioso-Administrativo, en el plazo de DOS (2) MESES, ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional.
Y Cristina Narbona dando lecciones con semejante atropello cometido por su partido, delante de sus narices. A nosotr@s no nos engañan.
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En esta fotografía se le puede ver la oreja al lobo (Mario Cabrera), y no sólo al lobo, a toda la jauría. Los que alzan la voz en defensa de la Muda, pero miran para otro lado cuando se trata de Tindaya. Los que agachan la cabeza en Pájara, ahora van de antimilitaristas.
Han pasado 28 años desde las últimas concentraciones en contra de las instalaciones militares en la Muda, aquéllas en las que Mario Cabrera se llevó un porrazo de la policía. En todo este tiempo no se ha hecho nada para proteger y recuperar la vegetación y yacimientos de la montaña. Sobre pastoreo, ganado incontrolado, instalaciones militares. Escombros y basura, eso es lo que puedes encontrar en la cima de la montaña.
La última vez que subí a la montaña no quedaba ni un jorjao (Nauplius sericeus).
Parece que con este abandono premeditado de la montaña (igual que hacen con Tindaya), se le ha dado camino libre para que el Ministerio de Defensa construya las instalaciones. Es un auténtico tesoro lo que tenemos en la Muda. A ver si lo cuidamos. Ni sangrientos militares ni políticos corruptos.
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Desde el Bahía Real, hotel que linda con Las Agujas, que se salta a la torera la Ley de Costas por el incumplimiento de la ocupación del dominio público marítimo-terrestre.
Tomándose sus vacaciones, Cristina Narbona ha aprovechado para arremeter contra su propio partido por “tolerar el enriquecimiento y el sobreendeudamiento asociado a la burbuja inmobiliaria”; considera también que han “renunciado a la fiscalidad como herramienta de distribución de la renta y la riqueza y no se ha combatido suficientemente el fraude fiscal y la corrupción”.
Cristina Narbona cree, tras este análisis de la situación, que la actividad política no debe entenderse como una actividad "permanente y exclusiva", y que todos los militantes del PSOE deben demostrar con su propio comportamiento la adhesión a los valores que defienden y, "por supuesto, no sólo ser honrados, sino parecerlo en todos los ámbitos de la vida diaria". En este sentido, plantea que a los socialistas se les debería identificar como vanguardia en la lucha contra la "corrupción, el fraude y todo tipo de comportamientos insolidarios".
Tiene Cristina la oportunidad de oro para no ser rehén de sus propias palabras, con tan sólo salir a la terraza del hotel de 5 estrellas en primera línea de costa donde se está hospedando, y girar la vista hacia la derecha, y verá lo que es la corrupción y la ilegalidad, lo que es la falta de valores medioambientales, con la construcción que se salta a la torera la Ley de Costas por el incumplimiento de la ocupación del dominio público marítimo-terrestre y que pueden ver en el siguiente vídeo:
Nos haría un favor tremendo a los que combatimos la corrupción desde hace años, y no por arrebatos políticos. ¿Donde estabas tú, todos estos años Cristina?
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