¿Nos vamos quedando sin alternativa al turismo?
El cultivo del tomate en Fuerteventura lleva sufriendo un importante declive durante estos años, hasta el punto de que el año pasado se llegó a tener que tirar centenares de bultos de fruta como consecuencia de su bajo precio en el mercado. Junto a los problemas añadidos por la fuerte competencia del tomate de otras islas, así como del marroquí y almeriense.
A los factores climatológicos y los habituales virus en la planta se une el letargo del mercado que desde hace cuatro campañas no reacciona y las restricciones de la Unión Europea, que lejos de favorecer al sector majorero lo está perjudicando con concesiones a terceros países.
El cambio de modelo productivo, centrado casi exclusivamente en el turismo, el sector servicios y en la construcción, ha supuesto un derrumbamiento desde el pequeño constructor hasta el restaurante que daba de comer a los obreros. Esta exclusividad ha hecho desaparecer alternativas como las tomateras, cuyos invernaderos van desapareciendo lentamente del paisaje majorero.
En las fotos, los pocos invernaderos que quedan en la isla.
MÁS INFORMACIÓN: http://fuerteventuralimpia.blogspot.com
El cultivo del tomate en Fuerteventura lleva sufriendo un importante declive durante estos años, hasta el punto de que el año pasado se llegó a tener que tirar centenares de bultos de fruta como consecuencia de su bajo precio en el mercado. Junto a los problemas añadidos por la fuerte competencia del tomate de otras islas, así como del marroquí y almeriense.
A los factores climatológicos y los habituales virus en la planta se une el letargo del mercado que desde hace cuatro campañas no reacciona y las restricciones de la Unión Europea, que lejos de favorecer al sector majorero lo está perjudicando con concesiones a terceros países.
El cambio de modelo productivo, centrado casi exclusivamente en el turismo, el sector servicios y en la construcción, ha supuesto un derrumbamiento desde el pequeño constructor hasta el restaurante que daba de comer a los obreros. Esta exclusividad ha hecho desaparecer alternativas como las tomateras, cuyos invernaderos van desapareciendo lentamente del paisaje majorero.
En las fotos, los pocos invernaderos que quedan en la isla.
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es que en una economia basada en monocultivos no tienen cabida a la vez el del tomate y el del turismo. Nuestros economistas no dan para mas... Otra parte de mucho peso en nuestra isla que se muere. pero da igual, lo que importa son las verbenas
ResponderEliminarEl turismo afecta a tantos puntos de la maltratada economía majorera que tiene condicionada hasta a la pesca, oficio por antonomasia en varias zonas de la isla. En la lonja no compran pescado porque los restaurantes no tienen clientela. El 'todo incluido' esta acabando con el tejido productivo
ResponderEliminaren I+D tampoco invierten... ¿que pasa con el parque tecnologico? esto es insostenible, lo grave es que la actual gestion politica esta construida a partir de un modelo productivo caducado (el de la construccion y sus comisiones). fuerteventura despierta! mandalos al paro!
ResponderEliminarAutoabastecimiento,agricultura ecologica y ganaderia.diversificacion de la agricultura ke ya esta bien de importarlo todo y despues exportar a bajo precio...al karajo los intermediarios...
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