Este edificio lleva acompañándonos tanto tiempo que a muchos de nosotros nos parece imposible imaginar la playa sin su estampa al fondo. Este edificio significa mucho para los habitantes de Puerto del Rosario que, como yo, correteamos de niños por sus pasillos. Cuando no había piscina municipal, el parador cedía sus instalaciones para que las usaran los niños. Yo mismo confieso que muchas veces me colé para usar la piscina, dando lugar a trepidantes persecuciones en las que una bandada de niños corríamos delante de una empleada algo entrada en carnes que nunca llegaba a alcanzarnos. Muchos han celebrado su boda, la comunión de sus hijos, la cena de fin de año , o cualquier otro evento en sus salones que tantos años han visto pasar.
Llevaba tiempo anunciándose la clausura del parador tras su lenta agonía a manos de los negligentes responsables públicos que lo han asfixiado hasta forzar su cierre. Los mismos que se llenan la boca con la defensa del turismo han llevado a toda una institución de este sector a la desaparición.
Este edificio lleva acompañándonos tanto tiempo que a muchos de nosotros nos parece imposible imaginar la playa sin su estampa al fondo.
Este edificio significa mucho para los habitantes de Puerto del Rosario que, como yo, correteamos de niños por sus pasillos. Cuando no había piscina municipal, el parador cedía sus instalaciones para que las usaran los niños. Yo mismo confieso que muchas veces me colé para usar la piscina, dando lugar a trepidantes persecuciones en las que una bandada de niños corríamos delante de una empleada algo entrada en carnes que nunca llegaba a alcanzarnos. Muchos han celebrado su boda, la comunión de sus hijos, la cena de fin de año , o cualquier otro evento en sus salones que tantos años han visto pasar.
Sin redundar en la nostalgia de aquellos tiempos, diré que el parador es uno de esos sitios que aquellos que se marchan largo tiempo, esperan encontrar a su regreso, una de esas postales que la memoria guarda para identificar un lugar o un tiempo vividos. Ya no se trata de un hotel que cierre, o de unos trabajadores que pierden su empleo en esta vorágine de malas noticias en que parecemos habernos instalado, ese tipo de noticias nos acompaña cada día desde hace ya unos años. El drama de los trabajadores del parador se acentúa cuando reparamos en el hecho de que se cierra por negligencia institucional, y no por carecer de posibilidades de ser un referente a nivel regional o nacional. Todos nos preguntamos sorprendidos cómo es posible que un establecimiento con unas características tan notorias por su emplazamiento, su arquitectura, y su cercanía a la capital, puede desaparecer silenciosamente para convertirse en una más de las víctimas del desgobierno de CC.
No nos resignamos, creemos que este lugar tiene futuro, creemos que Fuerteventura merece una escuela de hostelería, o un parador nacional, no queremos que la silueta del parador se recorte en el horizonte como un recuerdo de lo que pudo ser y se dejó morir. Este caso, el de la negligencia en la gestión de este singular edificio, se suma a la ya larga lista de víctimas de las manazas de los nacionalistas, y puede a su vez integrarse, de no hallarse solución, en la ristra de ruinas costeras que Mario Cabrera y Marcial Morales vienen obsequiándonos en los últimos años.
El otrora parador nacional de turismo de Fuerteventura corre el riesgo de sumarse al solar de la antigua DISA, al mastodóntico palacio de congresos y palomares, los hornos de cal del barrio del Charco, la urbanización fantasma de playa blanca, o los restos de la demolición del "barrio chino" presidiendo las marismas a la entrada de la playa.
No queremos mas ruinas al lado del mar en Puerto del Rosario. Exigimos que aquellos que se llenan la boca con la defensa del turismo se dejen de populismos y empiecen ya a poner soluciones sobre la mesa a los problemas que ellos mismos han creado.
Yo sí Fuerteventura
El cierre del parador se ha gestionado muy mal, sin tener en cuenta a los trabajadores. Así no se hacen las cosas. No ha habido sensibilidad.
ResponderEliminarSe necesita una residencia de mayores YA
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