La llamada operación “Clan M” llevada a cabo en Fuerteventura para la detención e ingreso en prisión de los 5 guardias civiles destinados en la isla, es sólo la punta de un iceberg que difícilmente será esclarecida si no actúa con todo el rigor que se requiere por parte del titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Arrecife, Leandro Martínez.
Muchos son los interrogantes que se presentan sobre este caso, por lo poco que ha trascendido sobre el mismo sobre la verdadera forma de actuar que durante mucho tiempo llevaban a cabo este grupo de efectivos de la Benemérita.Además, por los contactos que mantenían en distintas instituciones de la isla, es de suponer a cambio de algo sustancial que el juez Leandro Martínez deberá esclarecer por el bien de los ciudadanos de la isla.
¿Cinco guardias civiles para una tonelada de droga?
Por otra parte, como en toda operación de contrabando de drogas, tendría que existir alguien que financiara la operación de compra en Marruecos y la adquisición de la infraestructura necesaria para su posterior traslado sin ser detectados a la isla.
No resulta creíble que 5 miembros del instituto armado solos, hayan sido capaces de introducir más de una tonelada de droga por mucho que uno de los detenidos cuente con un hermano inspector de la Policía Nacional y otro sea Policía Local, aunque uno de ellos cuenta con la experiencia acumulada por otros actos delictivos llevados a cabo en la isla, siendo posteriormente absuelto de los mismos, continuando prestando servicio.
No resulta creíble que 5 miembros del instituto armado solos, hayan sido capaces de introducir más de una tonelada de droga por mucho que uno de los detenidos cuente con un hermano inspector de la Policía Nacional y otro sea Policía Local, aunque uno de ellos cuenta con la experiencia acumulada por otros actos delictivos llevados a cabo en la isla, siendo posteriormente absuelto de los mismos, continuando prestando servicio.
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