Hay determinadas personas que hacen un uso extensivo de la Ley para tocar, sin duda alguna, las narices. Es el caso de un ciudadano de Tuineje, que nos ha remitido un escrito en busca de estima dentro de las filas de la extrema derecha por su militancia anti-independentista, como si aquéllo fuera un delito o una herejía contra la sagrada España.
El citado personaje envía un escrito al Delegado del Gobierno en Fuerteventura, Eustaquio Santana Gil, instándole a retirar la bandera de las siete estrellas verdes, explicando que con anterioridad había requerido al Alcalde, Salvador Delgado Guerra, para que la quitara, y vista la poca relevancia de la colocación de la bandera, se dirigió a la Guardia Civil, cómo no. Pero los policías, locales en este caso, tampoco le hicieron caso, increpándole si «no estaba a gusto en Canarias».
El citado personaje envía un escrito al Delegado del Gobierno en Fuerteventura, Eustaquio Santana Gil, instándole a retirar la bandera de las siete estrellas verdes, explicando que con anterioridad había requerido al Alcalde, Salvador Delgado Guerra, para que la quitara, y vista la poca relevancia de la colocación de la bandera, se dirigió a la Guardia Civil, cómo no. Pero los policías, locales en este caso, tampoco le hicieron caso, increpándole si «no estaba a gusto en Canarias».
Habría que preguntarse qué opina el ciudadano en cuestión, y aquéllos que tanto protestan por exhibir determinadas banderas, si le parece correcto la cantidad de simbología franquista que existe en Fuerteventura, y si esto último es mucho más objetable y digno de protesta que exhibir una bandera, la independentista, que por otra parte es totalmente legítima. ¡Hay que ver!
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