La semana pasada tuvo lugar un terrible accidente aéreo en el aeropuerto de Madrid-Barajas. El vuelo JK 5022 de la compañía Spanair tuvo algún tipo de fallo (aún por determinar) cuando se disponía a despegar con destino a Gran Canaria. Todavía hoy, una semana después del suceso, la noticia sigue acaparando grandes titulares y portadas en los diversos medios de comunicación existentes, en un espectáculo mediático que roza en algunos casos el sensacionalismo más putrefacto.
Rumores, consuelos de políticos, asistencia psicológica y cámaras y micrófonos para que realizasen declaraciones los tenían por todos lados, información real y soluciones, pocas o ninguna. La comercialización que se hace de los muertos en estos tristes acontecimientos, cocinados y servidos para un público predispuesto a devorarlos mediáticamente, prevalece frente a todo lo demás, incluso sobre los propios afectados de manera directa y su derecho a saber en tiempo real (que no mediático) lo acontecido.
En el último año ya se han sucedido tragedias que igualan en número a los muertos de Madrid, como el caso de un cayuco que se partió en dos cuando se dirigía hacia las costas de Canarias y que costó 150 vidas al menos.
Curiosamente, además, es Canarias, lugar donde tenía su destino el avión accidentado, el territorio del estado español que más se ha visto asolado en los últimos años por tragedias relacionadas con la muerte de inmigrantes en el mar. En total, según nos dicen algunas fuentes oficiales como la Guardia Civil, en menos de dos años han muerto intentado llegar a costas canarias más de 1200 inmigrantes (otras fuentes –el propio gobierno de Canarias- multiplican por tres y por cuatro estos datos). Pero nadie se encargó de poner en marcha en ninguna de estas tragedias, por más víctimas que tuviesen, el circo mediático. No venden.
E incluso los muertos en accidentes aéreos en otros lugares del mundo también pasan por los medios sin pena ni gloria. Cuatro días después del accidente aéreo de Barajas tuvo lugar otra tragedia aérea de grandes dimensiones en Kirguistán. Y es que se ve que para esto de los muertos también existe nacionalismo. Si es en España moviliza consciencias, fuera de “las fronteras” ya la cosa es diferente.
En fin, descansen en paz todas las víctimas, sin excepción de patria, religión, nacionalidad, o “medio de transporte” en el que viajasen. Pero en especial descansen en paz aquellos cuyos cuerpos no podrán ser honrados por funerales de estado. Aquellos que no tendrán si quiera la oportunidad de ser partes del circo mediático carroñero que se montan políticos y medios, aquellos que, por ser víctimas del capitalismo y sus injusticias, no merecen si quiera una cobertura personalizada, no vaya a ser que con ello se puedan remover consciencias y poner a la gente cara a cara con sus propias miserias cívicas y morales.
Artículo original de Pedro Antonio Honrubia Hurtado
MÁS INFORMACIÓN: http://fuerteventuralimpia.blogspot.com/
Rumores, consuelos de políticos, asistencia psicológica y cámaras y micrófonos para que realizasen declaraciones los tenían por todos lados, información real y soluciones, pocas o ninguna. La comercialización que se hace de los muertos en estos tristes acontecimientos, cocinados y servidos para un público predispuesto a devorarlos mediáticamente, prevalece frente a todo lo demás, incluso sobre los propios afectados de manera directa y su derecho a saber en tiempo real (que no mediático) lo acontecido.
En el último año ya se han sucedido tragedias que igualan en número a los muertos de Madrid, como el caso de un cayuco que se partió en dos cuando se dirigía hacia las costas de Canarias y que costó 150 vidas al menos.
Curiosamente, además, es Canarias, lugar donde tenía su destino el avión accidentado, el territorio del estado español que más se ha visto asolado en los últimos años por tragedias relacionadas con la muerte de inmigrantes en el mar. En total, según nos dicen algunas fuentes oficiales como la Guardia Civil, en menos de dos años han muerto intentado llegar a costas canarias más de 1200 inmigrantes (otras fuentes –el propio gobierno de Canarias- multiplican por tres y por cuatro estos datos). Pero nadie se encargó de poner en marcha en ninguna de estas tragedias, por más víctimas que tuviesen, el circo mediático. No venden.
E incluso los muertos en accidentes aéreos en otros lugares del mundo también pasan por los medios sin pena ni gloria. Cuatro días después del accidente aéreo de Barajas tuvo lugar otra tragedia aérea de grandes dimensiones en Kirguistán. Y es que se ve que para esto de los muertos también existe nacionalismo. Si es en España moviliza consciencias, fuera de “las fronteras” ya la cosa es diferente.
En fin, descansen en paz todas las víctimas, sin excepción de patria, religión, nacionalidad, o “medio de transporte” en el que viajasen. Pero en especial descansen en paz aquellos cuyos cuerpos no podrán ser honrados por funerales de estado. Aquellos que no tendrán si quiera la oportunidad de ser partes del circo mediático carroñero que se montan políticos y medios, aquellos que, por ser víctimas del capitalismo y sus injusticias, no merecen si quiera una cobertura personalizada, no vaya a ser que con ello se puedan remover consciencias y poner a la gente cara a cara con sus propias miserias cívicas y morales.
Artículo original de Pedro Antonio Honrubia Hurtado
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como seers egoistas que somos todas las personas, a todos nos importan las tragedias segun lo cerca que nos pillen en cuanto a cultura, mera distancia, familia, vecinos....
ResponderEliminarJuegan con nosotros. Nos venden humo, pero no sólo es grave que lo compremos, sino que lo pagamos a precio de oro. La mercantilización del dolor se refleja en una multitud de programas televisivos, radiofónicos o en la prensa escrita. Eso sí, toda mercancía tiene su tiempo,por lo que ya nadie se manifiesta por los muertos de Irak, porque no son "nuestros" muertos, porque no son siquiera seres cercanos, porque son musulmanes (moros, que se diría por estos lares...todo lo que está más allá del limes de la humanidad son moros, los modernos bárbaros que osan discutir su podería a Roma). Una vez más, este accidente aéreo y todo el circo que hemos vivido estos días hace que el espéctaculo continúe...y ya se sabe, el espectáculo debe continuar. Hoy es el avión, mañara serán los nuevos amoríos de de la insigne bióloga, pasado la amenaza nuclear de Irán, y ya dentro de un tiempo alguna niña que hundirá en alguna ciénaga mientras mientras escucha las palabras del fotógrafo, "espera...no te hundas todavía, mira fijamente a la cámara". En fin, Fuerteventura Limpia, muy buen artículo
ResponderEliminarmuy bien articulo!!!
ResponderEliminarApaguen su televisión y escuchen a su voz interior, esa es la solucion para le mundo, pensar en las muchas posibilidades que tenemos para conseguir dinero como seres humanos y centrarnos en lo que queremos. Los problemas que tiene el pais no son culpa de la persona quien gobierna, sino de la política, y si hay problemas con la economía es en el dinero donde reside el problema ya que es lo que creemos que nos define como ricos o pobres, cuando en realidad todos podemos ser ricos a partir de un cambio en nuestra conciencia.
ResponderEliminarY ess tan sencillo como pensar qué queremos y lo que queremos se nos manifiesta.