"La bibliothèque est le lieu de l'exercice public de la raison" (La biblioteca es el lugar del ejercicio público de la razón – Gabriel Naudé).
Las bibliotecas (del griego βιβλιοθήκη biblion = libro y thekes = caja) en Fuerteventura desgraciadamente no son uno de los puntos destacados y destacables de la agenda política majorera, ni cabildicia ni municipal; como tampoco resultan ser un lugar tan atractivo para la población como lo es en otras islas, si hemos de dar fe a lo publicado por el ISTAC. Para nada debemos achacar estos datos al personal bibliotecario, como tampoco debemos achacar las deficiencias en Sanidad al personal sanitario.
Comencemos por lo económico. En lo que corresponde a gastos corrientes y de inversión de bibliotecas, sin la excusa del porcentaje de habitantes, observamos que el gasto de inversión en este ámbito es de 0 euros, única isla en no destinar un duro en inversión. Por otra parte, en el apartado de gastos, Fuerteventura (94.386 habitantes) destina 86.567 euros en personal, 30.934 euros en adquisiciones y 8.542 en otros gastos corrientes. A esto hay que sumarle, cosa que no refleja la estadística, los 55.750,29 euros invertidos en la biblioteca municipal de Puerto del Rosario. Si comparamos estos datos con La Palma (por compararlo con una isla de menos habitantes: 85.933 en concreto), observamos que sólo en gastos de personal bibliotecario la “isla bonita” destina 341.119 euros, lo que supone más del total de la isla majorera. Todo ello, sin comparar, por ejemplo, con los casi 13 millones de euros que destina en total Tenerife.
Respecto al total de visitantes, según el Instituto Canario de Estadística, el número de visitas a las distintas bibliotecas que hay en la isla (que tampoco son muchas), es de 33.382, frente a los 330.845 de la vecina isla de Lanzarote, 47.985 de La Palma, 2.746.754 de Tenerife o los 3.562.715 de Gran Canaria. Con estos datos se deduce que Fuerteventura es la isla donde las distintas bibliotecas frecuentan menos visitantes, a excepción de El Hierro y La Gomera (sin tener en cuenta también el número de habitantes y el turismo).
Por último, las bibliotecas que abarcan estos datos estadísticos son 10 tipologías. En Fuerteventura hay en total 8 bibliotecas. De ellas 7 son públicas y una de institutos de enseñanza superior. Ninguna de centros de investigación, para grupos específicos de usuarios, especializados de asociaciones y colegios de profesores o especializados de archivos y museos. En comparativa con otras islas, de nuevo observamos que sólo El Hierro tiene menos bibliotecas (6 en total), mientras que Lanzarote tiene 13, Gran Canaria 64, y Tenerife 84. Éstas últimas por tener campus universitarios, cosa que en Fuerteventura se podría haber conseguido, como se consiguió en Lanzarote, si no fuera por la desidia de los políticos.
Se recogen los datos de las bibliotecas que colaboraron en la estadística, 206 sobre el directorio de 225, un 92% de tasa de respuesta. A efectos estadísticos se considera biblioteca a la unidad administrativa, es decir, toda biblioteca independiente o grupo de bibliotecas que tengan una misma dirección o una administración única. Y pertenecen al ámbito de esta estadística todas, cualquiera que sea su dependencia administrativa, excepto las privadas cuya utilización no está permitida al público, y las escolares.
En la foto, la hemeroteca de la biblioteca de Puerto del Rosario. Pensarán algunos qué se nos habrá perdido a nosotros por allí... con lo bien que se está en la playa.
Fuente: ISTAC
Lectura relacionada: Y en Canarias... mucho peor.
MÁS INFORMACIÓN: http://fuerteventuralimpia.blogspot.com
Las bibliotecas (del griego βιβλιοθήκη biblion = libro y thekes = caja) en Fuerteventura desgraciadamente no son uno de los puntos destacados y destacables de la agenda política majorera, ni cabildicia ni municipal; como tampoco resultan ser un lugar tan atractivo para la población como lo es en otras islas, si hemos de dar fe a lo publicado por el ISTAC. Para nada debemos achacar estos datos al personal bibliotecario, como tampoco debemos achacar las deficiencias en Sanidad al personal sanitario.
Comencemos por lo económico. En lo que corresponde a gastos corrientes y de inversión de bibliotecas, sin la excusa del porcentaje de habitantes, observamos que el gasto de inversión en este ámbito es de 0 euros, única isla en no destinar un duro en inversión. Por otra parte, en el apartado de gastos, Fuerteventura (94.386 habitantes) destina 86.567 euros en personal, 30.934 euros en adquisiciones y 8.542 en otros gastos corrientes. A esto hay que sumarle, cosa que no refleja la estadística, los 55.750,29 euros invertidos en la biblioteca municipal de Puerto del Rosario. Si comparamos estos datos con La Palma (por compararlo con una isla de menos habitantes: 85.933 en concreto), observamos que sólo en gastos de personal bibliotecario la “isla bonita” destina 341.119 euros, lo que supone más del total de la isla majorera. Todo ello, sin comparar, por ejemplo, con los casi 13 millones de euros que destina en total Tenerife.
Respecto al total de visitantes, según el Instituto Canario de Estadística, el número de visitas a las distintas bibliotecas que hay en la isla (que tampoco son muchas), es de 33.382, frente a los 330.845 de la vecina isla de Lanzarote, 47.985 de La Palma, 2.746.754 de Tenerife o los 3.562.715 de Gran Canaria. Con estos datos se deduce que Fuerteventura es la isla donde las distintas bibliotecas frecuentan menos visitantes, a excepción de El Hierro y La Gomera (sin tener en cuenta también el número de habitantes y el turismo).
Por último, las bibliotecas que abarcan estos datos estadísticos son 10 tipologías. En Fuerteventura hay en total 8 bibliotecas. De ellas 7 son públicas y una de institutos de enseñanza superior. Ninguna de centros de investigación, para grupos específicos de usuarios, especializados de asociaciones y colegios de profesores o especializados de archivos y museos. En comparativa con otras islas, de nuevo observamos que sólo El Hierro tiene menos bibliotecas (6 en total), mientras que Lanzarote tiene 13, Gran Canaria 64, y Tenerife 84. Éstas últimas por tener campus universitarios, cosa que en Fuerteventura se podría haber conseguido, como se consiguió en Lanzarote, si no fuera por la desidia de los políticos.
Se recogen los datos de las bibliotecas que colaboraron en la estadística, 206 sobre el directorio de 225, un 92% de tasa de respuesta. A efectos estadísticos se considera biblioteca a la unidad administrativa, es decir, toda biblioteca independiente o grupo de bibliotecas que tengan una misma dirección o una administración única. Y pertenecen al ámbito de esta estadística todas, cualquiera que sea su dependencia administrativa, excepto las privadas cuya utilización no está permitida al público, y las escolares.
En la foto, la hemeroteca de la biblioteca de Puerto del Rosario. Pensarán algunos qué se nos habrá perdido a nosotros por allí... con lo bien que se está en la playa.
Fuente: ISTAC
Lectura relacionada: Y en Canarias... mucho peor.
MÁS INFORMACIÓN: http://fuerteventuralimpia.blogspot.com
El problema de las instituciones de esta Isla es que los responsables de las mismas sólo se preocupan por lo contingente, dejando a un lado lo necesario o tratándolo como un mero medio para cubrir el expediente. Si, como dice Emilio Lledó, una biblioteca es memoria, diálogo y luz, "un estímulo constante para ejercer la pura alegría de leer", será que en Fuerteventura nos gusta olvidar, preferimos imponer o que nos impongan las cosas antes de dialogarlas y, desde luego, las luces las tenemos un poco, fundidas, porque no hay otra manera de entender la razón que nos ha llevado a poner a esas personas en los cargos que están ocupando. O quizás si hay otra razón. Si dejar dejar en el ostracismo las bibliotecas fomenta el olvido, la imposición y y la oscuridad, ¿quiénes son los beneficiados? ¿es casual? Bueno, quizás todo lo dicho no haga más que sobreestimar a los/as políticos/as. Bueno, pensándolo mejor, el protopipo de político majorero (canario) no utilizaría un razonamiento tan pedestre, suele usar un pensamiento de más altas miras: "y para qué quiere la gente más libros. Mejor se vienen a la verbena y nos echamos todos unos bailes"
ResponderEliminarMuy interesante el artílo. La verdad es que la política cultural apesta en Fuerteventura, salvo excepciones.
ResponderEliminarFuerteventura, politica cultuquéeee??
ResponderEliminarTony Gallardo: “Habrá gente en Fuerteventura que no defienda la propuesta de Reserva de la Biosfera, incluso que pondrán algún obstáculo”
ResponderEliminarhttp://www.fuertedigital.com/content/view/7858/89/
Muy buen artículo.
ResponderEliminar¿qué van a invertir en educación? está claro que en esta isla lo que interesa es tener a gente sumisa e ignorante que fomente ese círculo vicioso que se ha creado en torno a la explotación de la misma. A los estudiantes nos tienen callados y lo mismo que al resto de la juventud. Prefieren tenernos en la calle drogándonos y asientiendo con la cabeza a todo lo que nos dicen.
ResponderEliminarEsto es lo que interesa: la sumisión, y sin conocimiento no hay alternativa!!!
Adecuado artículo para un "septiembre" en Fuerteventura!!!
Echemos un vistazo a la situación de algunos colegios a principio de curso:
ResponderEliminar- San José de Calasanz, hasta que no se termine el colegio prefabricado de barracones, sus alumnos seguiran escolarizados en un colegio de Fabelo, el cual tiene varios barracones en el patio.
- CEO Puerto Cabras. Sus alumnos estarán repartidos entre tres edificios: la antigua FP, la escuela naútica y el colegio de Fabelo, y por supuesto haciendo uso de barracones situados en los patios. En diciembre cuando el San José se mude a sus barracones a estrenar de Primero de Mayo, el CEO Puerto Cabras tendrá que mudarse al colegio de Fabelo, pasando a tener sus alumnos en Fabelo y la antigua FP. Esperemos que el CEO Pto Cabras cuente algún día con centro propio, el proyecto de construcción existe, y la promesa vaga de su construcción por parte de Milagros...
La biblioteca..qué lugar tan entrañable para mí. Recuerdo la vieja biblioteca municipal de Puerto, en aquel recóndito lugar junto al practicante (cerca del Pacos`s Bar). Me acuerdo de acudir a coger libros cuando no era más que un adolescente rebelde y airado con el mundo que se refugiaba en la lectura para ser diferente de mis mayores. Luego vino su heredera, la actual Biblioteca Municipal del Puerto, que ya me cogió un poco más maduro. Libro tras libro se va uno acercando al mundo. Cuando llegaron los primeros ingresos ya me acercaba más por la libreria que por la biblioteca, pero siempre la recuerdo como un lugar entrañable, y de vez en cuando vuelvo para pasarme casi una hora mirando libros, para al final sacar alguno, no porque no pueda comprarlo, sino porque es un gustazo encontrar un buen libro en la biblioteca. Un libro que es mío y de mis vecinos. Recuerdo también que hace poco, tuve uno de los momentos más agradables de mi vida...cuando lleve a mi pequeña para que se hiciese el carnet de socia de la biblioteca. Me gustó verla entre las pequeñas estanterías navegando entre libros con los que yo crecí. Yo no sé como será en otros lugares de Fuerteventura, pero en Puerto tenemos una buena biblioteca, o por lo menos yo le tengo mucho cariño porque casi crecí en ella.
ResponderEliminarYo tamién recuerdo la vieja biblioteca que estaba en el edifcio de la Delegación del Gobierno.
ResponderEliminarLlegado del Sur, en mi adolescencia, pasaba la semana lectiva en Puerto, (estudiando bachillerato), y mi mayor descubrimiento fue ese "templo", cuya "sacerdotisa" era la querida y muy servicial, eficaz y entusiasta con su trabajo, Pepita Castañeira...
Hoy, todavía me paso por la nueva biblioteca, de tanto en tanto, cuando paso por Púerto.
Recorro las salas, observo... ¡ qué recuerdos !
Yo también tengo un recuerdo muy entrañable, cuando en mi lejana adolescencia, acudía a la que estaba situada en el edifico de la Delegación del Gobierno, en Puerto.
ResponderEliminarSentía un respeto y un goce sin límites allí dentro, como si estuviera en un templo sagrado y maravilloso, cuya "sacerdotisa" era la extraordinariamente servicial, amable y atenta Pepita Castañeira...
Antes, como ahora, vivo muy lejos de la capital, pero cada tanto, cuando visito esa ciudad, paso por la nueva biblioteca, contemplo y observo las salas, a los lectores ... ¡Recuerdos!