Los socialistas majoreros parece que andan flojos de banquillo a la hora de elegir a sus cargos públicos y a los enchufados en las distintas administraciones. El poder de Blas Acosta se mide por su capacidad de nombrar asesores.
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Su máximo responsable del partido en la isla, Blas Acosta, no se ha cortado un pelo en nombrar a su mujer, Laura Cabrera Hernández, como jefa del Área de Salud en la isla; y para que su señora estuviera bien acompañada, también nombró a su directora de tesis de la Universidad de Alicante, Carmina Wanden-Berghe Lozano, como Gerente del Hospital de Fuerteventura.
A su vez, el expresidente del partido en la isla Manuel Hernández Hierro, coloca a su hijo como «asesor» de Blas Acosta en el Cabildo majorero, acompañando a la condenada por desobediencia Rosa Fernández en tan distinguida tarea.
El clan de los Fuentes Curbelo ha sido beneficiado de nuevo con dos nuevos cargos: su hermano Juan Bernardo como número cuatro en la lista por la circunscripción de la provincia de Las Palmas al Congreso de los Diputados, y su sobrino Tahiset, como candidato al Senado por la isla y como «asesor» de Blas Acosta.
Y para rematar la jugada, el filósofo shakesperiano Juan Jiménez pretende buscarle un echadero a su maestro Domingo Fuentes queriendo crear un cargo ad hoc para los pocos libros que edita el Cabildo Insular, y así evitarle el noble oficio de maestro de inglés, lengua que, por otra parte, hace años que no practica (to be or not to be!).
Sin duda, que habrá alguno más, pero con estos ejemplos se pueden sacar conclusiones de cómo se cuecen los nombramientos de los cargos públicos y de libre designación en ese partido y cómo no tienen nada que ver con lo que predican sus responsables en cuanto a la capacidad, mérito, libre concurrencia y demás pamplinas que afirman de cara a la galería.
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