Los medios de comunicación, como empresas, necesitan de los tratos con el poder político para llegar a fin de mes. No les contamos nada nuevo. Con la llegada de fuerzas políticas emergentes, muchos periodistas utilizan a estos partidos para chantajear al poder político dominante.
Las cuentas de los medios de comunicación en Fuerteventura son las siguientes:
- Más de la mitad de la financiación proviene de los anuncios publicitarios, en especial la publicidad institucional (Cabildos y Ayuntamientos). Los ingresos por publicidad de pequeñas empresas son muy reducidos.
- Las subvenciones se llevan una cuarta parte, y las concede la Dirección General de Transporte, en concepto de compensación por la distribución entre islas de la prensa local diaria.
- Una parte creciente de la financiación proviene de entrevistas de pago: el político busca visibilidad mediática, pero todo tiene su precio. No se salva ningún medio de comunicación majorero.
Es decir, más de tres cuartas partes de la financiación de las empresas de comunicación pueden suponer algún tipo de presión (autocensura) sobre los contenidos informativos.
Para los y las licenciadas en periodismo majoreras, el futuro laboral suele ser en medios donde no existe participación colectiva en la toma de decisiones, donde los contenidos están condicionados a presiones de grupos empresariales, anunciantes que no permiten contenidos críticos hacia sus firmas y con agendas informativas pautadas por resultados de rentabilidad económica a costa de empobrecer la investigación periodística o el trabajo riguroso.
La novedad se ha producido con la irrupción de nuevos partidos políticos que dicen poner nerviosos a los partidos establecidos.
Aquí se encuentra el nuevo filón económico de algunos periodistas: darles voz para chantajear al poder político dominante, bajo el manto del periodismo con criterio propio. Cuando dejen de interesarles —por haber conseguido su fin, que no es otro que el de cobrar del poder político, el que sea— como método de vulgar chantaje, dejarán de ponerles el micrófono. ¿Qué les sucederá cuando ya no aparezcan en sus tan necesitadas televisiones y radios?
Viñeta: El Roto
La revolución no será televisada
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